No Widget Added

Please add some widget in Offcanvs Sidebar

Shopping cart

Plagas sin miedo: 5 claves para dejar de fumigar a lo loco

Primer plano macro de hoja con presencia visible de insectos dañinos

En muchos ranchos se sigue escuchando la misma frase:

 Hay bichos, hay que fumigar”.

Sin monitoreo, sin identificación, sin revisar daños, sin revisar clima.

 Solo por costumbre o por miedo a “quedarse sin cosecha”.

El resultado: gastos enormes, resistencia a insecticidas, enemigos naturales muertos y plagas que regresan con más fuerza.

Hoy quiero resumirte 5 claves para que empieces a manejar las plagas con cabeza fría, sin miedo y sin fumigar a lo loco.

La plaga no es el problema, el problema es no tener una estrategia.

AiAgro Tech

1. Primero identifica, luego decides

No todos los insectos que ves sobre la planta son enemigos.

 Hay plagas, pero también hay depredadores y parasitoides trabajando para ti.

Errores comunes:

  • Llamar “gusano” a todo insecto alargado.
  • Confundir “mosquita blanca” con cualquier insecto alado pequeño.
  • Matar mariquitas, crisopas o avispitas que en realidad son aliados.

Antes de aplicar cualquier producto, asegúrate de saber:

  • Qué especie es (al menos el grupo: pulgón, trips, mosquita blanca, minador, gusano trozador, barrenador, etc.).
  • Qué fase está causando el daño (huevo, larva, ninfa, adulto).
  • En qué parte de la planta trabaja (hoja, tallo, raíz, fruto).

Una buena lupa, fotos claras y apoyo técnico pueden ahorrarte mucho dinero.

2. Umbral económico: no toda presencia es plaga

Ver un par de insectos no significa que ya “perdiste la cosecha”.

 En manejo integrado usamos el concepto de umbral económico:

 el nivel de población o daño a partir del cual conviene económicamente intervenir.

Ejemplos simples:

  • En algunos cultivos puedes tolerar cierto nivel de pulgones si hay mariquitas y crisopas presentes.
  • Una hoja dañada en plantas jóvenes no es lo mismo que el mismo daño en plena floración o llenado de fruto.

La pregunta correcta no es:

 “¿Tengo plaga?”

 sino

 “¿Estoy por encima del umbral donde el daño supera el costo de control?”.

3. Monitoreo: recorrer el cultivo es parte del trabajo, no un lujo

Técnico agrícola revisando hojas con lupa y cuaderno

Muchos problemas se agravan porque nadie recorre el cultivo a tiempo.

  • Muestrea plantas en diferentes zonas (bordes, centro, partes bajas y altas).
  • Revisa el envés de las hojas, no solo lo que se ve de lejos.
  • Llévate una libreta o app y registra fecha, plaga, nivel de daño, clima y productos aplicados.

Con 10–15 minutos de monitoreo constante puedes detectar:

  • Plagas en fase temprana, cuando son más fáciles de controlar.
  • Aparición de nuevas plagas después de una aplicación.
  • Fallas en cobertura o en equipo de aspersión.

El cultivo habla, pero hay que ir a escucharlo.

4. Los enemigos naturales son tu ejército gratuito

Cuando aplicamos insecticidas sin criterio, no solo matamos a la plaga:

 también eliminamos a los enemigos naturales que regulan su población.

Aliados clásicos:

  • Mariquitas, crisopas, chinches benéficos.
  • Avipas parasitoides (por ejemplo, en minadores y barrenadores).
  • Hongos entomopatógenos presentes de manera natural en el ambiente.

Cada vez que eliges un ingrediente activo, debes preguntarte:

  • ¿Qué tan selectivo es con plagas y enemigos naturales?
  • ¿Puedo usar bioinsecticidas, jabones potásicos, aceites, extractos vegetales antes de saltar a moléculas más agresivas?

Mantener vivos a tus enemigos naturales significa menos aplicaciones y cultivos más estables en el tiempo.

Mariquita devorando pulgones sobre hoja verde.

5. Estrategia: rotar modos de acción y combinar herramientas

La resistencia no se genera solo por usar un producto “fuerte”, sino por usar siempre lo mismo.

Buena práctica básica:

  1. Define el problema (plaga, ciclo, momento crítico del cultivo).
  2. Elige armas distintas según el momento:
    1. Biológicos y extractos en fases tempranas.
    2. Productos selectivos y dosis bien calculadas cuando la presión es alta.
  3. Rota modos de acción (no solo marcas).
  4. Acompaña siempre con buena cobertura, calibración de equipo y horarios adecuados (amanecer, tarde, evitando calor extremo y viento fuerte).

El objetivo es bajar la población de la plaga con el menor impacto posible sobre el cultivo, el ambiente y tu bolsillo.

Agricultor aplicando control biológico o extracto natural

dejar de tenerle miedo a la plaga, y empezar a entenderla

Mesa de trabajo agrícola con frascos etiquetados

Cuando entiendes quién te está atacando, cuándo y por qué, la plaga deja de ser un monstruo invisible y se convierte en un problema técnico.

  1. Identificar.
  2. Respetar umbrales.
  3. Monitorear.
  4. Proteger enemigos naturales.
  5. Diseñar una estrategia, no solo “una fumigada”.

Si quieres profundizar, en pocos días estará disponible el libro Plagas sin Miedo, tanto en Amazon como en versión PDF descargable.

Dejar un comentario

Your email address will not be published. Required fields are marked *